Gracias a esta técnica tus verduras quedarán deliciosamente tiernas por dentro y crujientes por fuera.
IDEAL para alcachofas, zanahorias, coliflor, berenjena, champiñones, cebollas y patatas.
MANOS A LA OBRA. Precalienta el horno a 200 ºC. Coloca las verduras sobre una bandeja (intentando que no se toquen demasiado), salpimiéntalas y rocíalas con aceite oliva. Mételas en el horno. Estarán listas cuando se hayan dorado levemente y puedan cortarse con facilidad con la punta de un cuchillo.
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