31 de mayo de 2017

015.- LA MANGA DEL MAR MENOR.-(Mayo.17).

  • La Manga del Mar Menor es una población española asentada sobre un cordón litoral situado en el sureste de la península ibérica, en la Región de Murcia y, tras su urbanización en la segunda mitad del siglo XX es un centro turístico de gran importancia.
  • Pertenece a los municipios de Cartagena en su parte sur y San Javier en su parte norte.
  • El istmo al norte del canal del Estacio es un espacio protegido denominado Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar que da continuidad al cordón litoral.

    Salimos a buena hora. Nuestra intención era realizar breves paradas y llegar a nuestro destino para echar la siesta. 
    Un pinchazo inoportuno nos cambió un poco los planes. Pudo terminar en reventón pero el control previo nos lo evitó. Tuvimos que cambiar las dos ruedas delanteras. Como aquí se ve la cosa iba en serio. 

    La llegada al hotel se retrasó un poquillo, pero llegamos a buena hora.
    Tenía buena pinta. La vista interior nos lo confirmó. Habitaciones amplias, entorno limpio, buenas vistas  y personal atento.

    Descanso del viaje, un pelín agitado, y prestos para dar un paseo por el hotel y los alrededores.
    La Manga es una franja que separa el Mar Mediterráneo, que alimenta y el Mar Menor, que es alimentado, por medio de unos pasos, llamados golas que renuevan el agua que se ha depositado en este último. Son cinco golas, dos naturales y tres artificiales pero que se han cubierto para permitir el paso de vehículos.
    Esta tarde paseamos hasta la primera y pudimos contemplar lo que hemos explicado.
    La penetración en el Mar Menor.
     El Mar Mediterráneo, introduciendo sus aguas por medio de las golas o pasos.
     El esquema de lo comentado.
     
    Regreso al hotel y comprobación de que los servicios culinarios también eran exquisitos, con la cena.
    Dormir constituyó un problema para Magu. El colchón se hundía mucho y por la mañana amaneció agotada. Cambié su colchón por el mío y esperaba yo tener más suerte.
    El Miércoles nos bajamos a la piscina, dejamos las cosas y nos fuímos a dar un paseo por la playa, en la vertiente mediterránea, en dirección al Cabo de Palos. La arena invita a estos paseos. Ideal para los mismos, como en ningún otro lado, me recordaba un poco a Cádiz.


     Vuelta a la piscina, baño, comida y descanso.
    Por la tarde, después de estar recordando Magu momentos de su niñez en Vera, hicimos gestiones para ver de ir al Hotel Calypso, lugar donde pasaban temporadas en su infancia. Conseguimos habitación y nos fuimos hacia San Juan de los Terreros.
    El hotel Calypso se encuentra en una pequeña cala que le da un encanto especial, acogedor. Allí habíamos estado hace veinte años, no pudimos alojarnos entonces, pero en la roca escribimos nuestros nombres que aún perduran, eso sí, desgastados por el tiempo. 

    Ya caía la tarde y el día, aunque con sol, no era muy apacible. Un paseo por el entorno y a cenar en el mismo hotel.

    El comedor era acogedor, viendo el mar.
    Por la mañana, después de un rápido desayuno, anduvimos un poco por la playa y dejamos vagar el recuerdo.







    A medio día estábamos nuevamente en el Hotel.
    Antes de acomodarnos fuimos a dar un paseo, con el coche, por la Manga. Adentrarnos unos kilómetros más para, a la vuelta ver un poco la costa oeste, es decir el llamado propiamente Mar menor. Apenas lo intuimos.
    Por supuesto nadie nos había echado en falta. Un poco de descanso. Reparé en el hundimiento del colchón pero no le di demasiada importancia.
    Después de la pequeña siesta bajamos a la piscina y de allí un paseo por la playa, en esta ocasión de espaldas al Cabo de Palos.
    De regreso al Hotel nos cambiamos para visitar el Cabo de Palos.
    El Faro de Palos ofrece un aspecto magnífico. En lo alto de una colina, con unas vistas magníficas y un cómodo acceso.
     
     
    Su entorno es sencillo pero singular. Un cáctus en flor nos saluda, no me había llamado la atención antes.
     

    El puerto es muy agradable y muy ambientado. Me recuerdo en su configuración a Puerto Banús, salvando las distancias, claro.
     Vuelta al hotel, cena y a dormir....
    Horrorosa noche sin dormir. Parecía que el colchón me tragaba acompañado de vivencias y situaciones de lo más desagradable. Presenté mis quejas y ohhhhhh, sorpresa, un canapé nuevo, un colchón Pikolín a estrenar y un cambio también en el colchón de Magu.... Ya sabéis, si váis por este hotel, la habitación 509 tiene los colchones nuevos, todo un detalle que he comentado en triadvisor y booking.
     Después de desayunar, piscina y paseo por la playa.
    ¡Que suerte estamos teniendo con el tiempo! 
    La siesta es ya algo habitual. Por la tarde y viendo el poco tráfico que había decidimos recorrer en toda su extensión La Manga. Son unos 20 Km que terminan a las puertas de San Pedro del Pinatar pero sin posibilidad de acceso. Parece ser que hubo intentos de conexión pero las protestas de las organizaciones ecologistas lo hicieron imposible.
    Al final el llamado puente de la risa. Subes con el coche una fuerte pendiente sin saber y sin ver, lo que te vas a encontrar al otro lado. 

    Volvimos parando en aquellos lugares que nos llamaban la atención por alguna razón. Teníamos a nuestra derecha el Mar Menor. En este lugar la playa mediterránea se estrecha totalmente y apenas hay un centenar de metros entre el Mediterráneo y el Menor.
    Este es el lado hacia el mar Menor.


    Y esta es la vertiente mediterránea.






    Nos detuvimos en la conocida Plaza Bohemia, por lo visto el lugar de máxima concentración de gente en época estival, pero no demasiado concurrida en este momento.

    Día intenso, así que  a cenar al hotel y a dormir que mañana toca excursión.
    Este paseo por el Mar Menor nos muestra el encanto de esta zona. Es un paseo delicioso si tienes la suerte de disfrutar de un día como el que nosotros disfrutamos. Nos recogió el autobús y nos llevó al puerto de Palos. 

    Apenas cinco minutos para embarcar y disfrutar de este placentero paseo por todo el costado interior de la Manga.
     Aquí pongo algunos videos que nos ilustran sobre la historia de este remanso de paz.
    LA MANGA 1. 
    LA MANGA 2. 
    La segunda parte de la excursión era terrestre. Un recorrido por la escasa sierra de la localidad, escasa pero bien aprovechada, en especial por los ingleses, donde tienen una verdadera colonia, como en otros muchos sitios de nuestra península y no me refiero a Gibraltar, precisamente. 









    Una bonita excursión que completa estos días de asueto. Así que llegamos al hotel y a comer y descansar.
    Por la tarde nos fuimos a Cartagena. Uno de los tres puertos militares de España, los otros dos son Ferrol y San Fernando. El día era de celebraciones en la localidad y de visitas militares aunque nosotros llegamos a deshora. Un paseo por el puerto andando y un recorrido por el centro en coche antes de volvernos a nuestro hotel.





    De regreso al hotel, cena y alojamiento.
    El Domingo 28 nos acercamos al afamado Mercadillo de Palos. Un conglomerado de puestos de toda índole, copia fiel de otros muchísimos existentes en todas las localidades, pero que sirve de diversión y entretenimiento a los turistas ávidos de comprar y de pasear entre ellos a sabiendas que no se va a encontrar con nadie conocido. 
    Después de servirnos un rato de evasión, nos volvimos a la Manga para recorrer playas de su mar Menor.

    Pasamos por las Salinas que se encuentran a la entrada.
    Son una alternativa de playas, más cálidas, pero bastante más contaminadas, más sucias.
    Algo bastante usual hoy entre los humanos, así que el que le guste el agua calentita....que se dé un chapuzón.
    Por la tarde un paseo en coche, visitando el Restaurante El Parador, San Javier, La Manga....Un bonito recorrido combinando el coche y el andar.






    Hoy Lunes, día 29, nos estamos despidiendo. Así que vamos a aprovechar un día nublado y de mar brava para retener las últimas imágenes de este lugar.
     
    El Martes nos volvimos para Granada. Viaje esta vez sin incidentes y que volvió a grabar momentos intensos edn nuestra memoria. Hata el próximo. Ahora, a pasar el verano.