31 de diciembre de 2016

28 de diciembre de 2016

RETOMAR EL BLOG.

Las circunstancias te modifican la vida.
Puedes luchar contra ellas, eso aminora los impactos.
Fundamental es querer hacerlo.
Yo soy yo y mis circunstancias dijo nuestro gran filósofo José Ortega y Gasset.
Quiero retomar el Blog con ímpetu. He dedicado mucho tiempo a Facebook y quiero cambiar la tendencia.
No todo el mundo es capaz de tener un Blog y una Web, pero o la cuidas,....o la pierdes.
Bastantes cosas he perdido ya.

9 de diciembre de 2016

062.- LA MARCA DEL MERIDIANO. Lorenzo Silva.



LA MARCA DEL MERIDIANO.
Lorenzo Silva.
En una sociedad envilecida por el dinero sucio y la explotación de las personas, todavía el amor puede ablandar a las fieras.
Un guardia civil retirado aparece colgado de un puente, asesinado de manera humillante. A partir de ese momento, la investigación que ha de llevar a cabo su viejo amigo y discípulo, el brigada Bevilacqua, abrirá la caja de Pandora: corrupción policial. Delincuentes sin escrúpulos y un hombre quijotesco que buscará en el deber y el amor imposible la redención de una vida fracturada.
Ambientada en la Catalunya actual, esta absorbente novela policíaca de Lorenzo Silva, maestro indiscutible del género, se adentra más allá de los hechos y presenta un sólido retrato del ser humano ante la duda moral, el combate interior y las decisiones equivocadas.
·       Nada hay más congruente con nuestra naturaleza que buscar la comunión profunda con otro ser humano y la irracionalidad más absoluta, porque nada como el amor sabe vincularnos a quien nos resulta ajeno, o inalcanzable, o a quien perdimos irremisible o incluso necesariamente.
·       De un jefe, no me molesta la exigencia, pero sí la cobardía.
·       Aunque te partan por la mitad, siempre hay tiempo para pegar los trozos.
·       Lo que en el pasado era inconsciencia, ahora era una conciencia precisa de lo malas que pueden llegar a ser las cartas que a uno le reparte el destino, y la certidumbre, de que aun con las peores siempre hay modo de jugar la partida.
·       Hay tres tipos de personas. Las que tienen tanto como para que nunca nadie las obligue a responder, las que tienen tan poco que ya no les importa perder más, y el resto.
·       Nosotros no nos podemos corromper. Si nos corrompemos nosotros el barco se va a pique. No importa tanto que robe un ministro. Esa gente no es la que hace funcionar al mundo, por dañina y repugnante que resulta su conducta. Pero si nos pringamos nosotros, el daño da allí donde más duele: echamos abajo la confianza de la gente, le abrimos camino al que no debe tenerlo, perjudicamos al que hemos de proteger, y la partida se convierte en una bufonada triste y miserable. No podemos ser cómplices del derribo. Que ese tanto se lo apunte otro.
Ningún hombre que se muera sin haber llorado alguna vez frente al mar puede decir que ha vivi