919.- NERJA Y LOS NIÑOS.-(Marzo 15)

El Viernes nos fuimos por la tarde. Nos tomamos un día de descanso, sobre todo para Magu que, oteando en el horizonte su jubilación, siente el estrés del trabajo con mayor intensidad. Reservamos en el Hotel Nerja Club, con muy buen precio por estas fechas preveraniegas. Unas gambitas plancha en La Marina, un bar que se ha reestructurado y ahora, con mejores precios, tiene una enorme demanda.Amaneció un día soleado. Paco nos tenía reservadas las sombrillas y para la playa nos fuimos. Burriana estaba espléndida, limpia y con todas las infraestructuras disponibles. Era nuestro primer día de playa, la apertura del año veraniego.

Koke nos llamó y anunció su llegada. Rubén no podía venir. Al medio día los niños jugaban en la arena:

Mezcla de vestuarios, las camisetas del Barça y de la Policía.
Y el fantástico día invitaba a jugar en la orilla del mar salpicándose y probando el agua bastante fría todavía.

 Y al final, el abuelo mareado no pudo resistir tanta vuelta.

Unos minutos más de juego antes de comer, luego hubo que cambiarlos de ropa, chorreando pero muy contentos, ellos que se veía felices y nosotros, tanto su padre como nosotros de ver la salud que muestran y la felicidad que desbordan:

 Un poco de pescado y una merecida siesta aunque muy activa, porque desde luego, ellos te dejan dormir poco. Nuevo cambio de ropa para ellos, entrega de regalos y cada uno para su casa. Jorge dice que llegaron reventados y dormidos.

Ese día, Marta tenía otros planes, fantásticos planes ,nada más y nada menos que ir al Concierto de Sabina. Seguro que disfrutó como Sabina sabe hacerlo, al menos bien dispuesta iba, y bien guapa.