9 de marzo de 2015

027.- EL SOL DE BREDA.- Arturo Pérez Reverte



Flandes, 1625. Alistado como mochilero del Capitán Alatriste en los tercios viejos que asedian Breda, Iñigo Balboa es testigo excepcional de la rendición de la ciudad, cuyos pormenores narrará diez años más tarde para un cuadro famoso de su amigo Diego Velásquez.

            Siguiendo a su amo por el paisaje pintado al fondo de ese cuadro, al otro lado del bosque de lanzas, veremos a Iñigo empuñar por primera vez la espada y el arcabuz, peleando por su vida y la de sus amigos. Estocadas, asaltos, batallas, desafíos, encamisadas, saqueos y motines de la infantería española, jalonarán su camino a través de un mundo devastado por el invierno y por la guerra.

 01.- Nunca sabe uno hasta donde alcanza el veneno que escupen los reptiles.

02.- Entre españoles tener sólo dos malas noticias siempre es buena noticia.

03.- Tan conveniente era tener a distancia a los superiores, como ellos, a su conveniencia, tenían a los inferiores.

04.- La fuerza de los desesperados es no esperar salvación alguna.

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