LA PIEL DEL TAMBOR.
Un
pirata informático irrumpe clandestinamente en el ordenador personal del Papa.
Entretanto, en Sevilla una iglesia barroca se ve obligada a defenderse matando
a quienes están dispuestos a demolerla. El Vaticano envía un agente, sacerdote,
especializado en asuntos sucios: el astuto y apuesto Padre Lorenzo Quart, quien
en el curso de sus investigaciones verá quebrantarse sus convicciones e incluso
peligrar sus votos de castidad ante una deslumbrante aristócrata sevillana
....Estos son solo algunos de los elementos que conforman esta laberíntica
intriga donde se dan cita el enigma, el humor y la historia a lo largo de un
apasionante recorrido por la geografía urbana de una de las ciudades mas bellas
del mundo.
Desconfía
siempre de un anciano que se aferra a una idea. Es tan raro llegar a viejo con
ideas por las que luchar, que los pocos afortunados no se las dejan arrebatar
fácilmente.
El sol caía fuerte en Sevilla. Si de
veras resultaba haber algo al otro lado, los sevillanos que fueran en pecado
mortal iban a encontrarse como en casa.
La iglesia del consuelo y la fe,
cuando las catedrales que mostraban la gloria de Dios cumplían la misión
desempeñada ahora por las pantallas de los televisores: tranquilizar al hombre
ante el horror de su propia soledad.
Y como dijo Séneca, lo que no podía
ser no podía ser, y además era imposible.
La Santa Madre Iglesia, tan católica
que ha terminado traicionando su mensaje original. Con la Reforma perdió la
mitad de Europa, y en el siglo XVIII excomulgó a la Razón. Cien años más tarde
perdió a los trabajadores que comprendieron que estaba del lado de los amos y
los opresores. En este siglo que termina está perdiendo a la juventud y a las
mujeres. ¿Sabe que va a quedar de todo esto?....Ratones correteando entre
bancos vacíos.
La fe es el salto a ciegas hacia los
brazos de alguien que te acoge en ellos...Es el consuelo frente al miedo y al
dolor incomprensibles.
El plan se hace según la hipótesis
más probable, y la seguridad conforme a la más peligrosa.
Un día descubres que has cruzado la
meta y que todo te da lo mismo. Que los perros no te alcanzarán ya, por mucho
que ladren y corran. Cuando se llega a los setenta años, algunas cosas cambian
demasiado rápidamente o ya no cambian en absoluto.
Un error es todo aquello que no
produce beneficio a corto, medio o largo plazo.
Por las buenas, palabras: mucha
calma y muchas palabras. Por las malas, rapidez, sorpresa, brutalidad. En ambos
casos, no darle nunca al adversario tiempo para pensar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario