19 de junio de 2015

041.- LA LUNA SOBRE LA SABIKA. Carolina Molina.



Hamid Ibn Sellam consigue algo muy preciado para un cocinero: una receta nueva. Se trata del cuscús, desconocido hasta entonces en al-Andalus. Joven arrogante, capaz de despreciar a su mejor amigo, un médico judío, para ascender entre los poderosos, es traicionado por su corazón y se enamora de Maryem, concubina del Cadí, mujer instruida que le presentará al sabio Abu Ziryab, creador de la Escuela Sin Nombre, una escuela de tolerancia transmisora de los valores humanos. Son tiempos difíciles, cuando el castillo de la al-Hamra empieza a construirse y los castellanos pretender conquistar el último reducto de los musulmanes españoles.

            La luna sobre la Sabika es una novela histórica didáctica. Su distribución por capítulos, cuyos temas son independientes, y su prosa poética, muy del estilo andalusí, nos ayudan a conocer la España musulmana en toda su amplitud. Con su lectura aprendemos a comprender una cultura desgraciadamente olvidada pero a la que tanto debemos: costumbres sociales, tolerancia, higiene y sobre todo su cocina.



            Para el necio, a menudo, la inconsciencia es valentía.

Hasta el cervatillo más inocente sabe que debe ser prudente ante la presencia del lobo.

            La hipocresía viste generalmente al sabio.

            Lo preciado de la vida es el equivocarse, ya que el sabio aprende más de los errores que de los aciertos.

            Una actitud muy humana es confundir la generalidad con la parcialidad. En el fondo nos traiciona la simplicidad.

            El hombre necesita excusas para todo, incluso para ser bueno.

            El daño que se produce en la guerra es universal. Cuando el hombre desea matar no entra en categorías de crueldad.

            Como la vida se acaba con la muerte, la esperanza se acaba con la realidad.

            La convivencia es a veces tan fría que impide que dos personas se conozcan aun compartiendo el mismo techo.


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