900.- VISITA AL ALBAYZIN.-(Junio.15)

Me he propuesto como una actividad cotidiana, organizar visitas a cualquier rincón de Granada que, desde el punto de vista histórico o cultural merezca la pena.

  Antes de emprender mi último viaje, que espero sea tardío todavía, quiero terminar un libro que se titulará "Granada de la mano de un niño". Quiero dedicárselo a mi priminieto Koke, para que él, luego, se lo cuente a sus hermanos que tenga, a sus primos, que también espero tendrá o a sus amiguitos, que ya sé que tiene muchos.Estas visitas me servirán para actuar de guía, en algunos casos, o para disfrutar de los conocimientos de otra persona con mayor saber o cualificación.

Ésta ha sido la primera.
La visita fue con Granada Singular, al frente, la amiga y doctora en arte, Teresa Hontoria, el lugar elegido la Alcazaba  Qadima y el Palacio Dar al Horra. 
La visita empezó así:

Hacía calor, pero no agobiante. Nos habíamos citado en el Algibe del Rey, un lugar que yo ya conozco pero que quiero volver a visitar.
Lo primero fue una extensa charla introductoria acerca de los orígenes de la Alcazaba, sentados a la sombra de unos árboles muy adecuados.

Posteriormente el Palacio Dar al Horra, prácticamente finalizado en su restauración.

  Este palacete, que fue morada de Aixa, madre de Boabdil, esposa de Muley-Hacén, ofrece unas vistas espléndidas de la ciudad

 Es un lugar tránquilo, pero vital, distante pero distinto, invita a la acción y al recogimiento, al recuerdo añorado

Al salir, una muestra de plantas aromáticas perfuman el ambiente y te despiden con un importante olor a historia: