3 de mayo de 2015

035.- SUEÑOS EN EL UMBRAL. Fátima Mernissi.



Nací en 1940 en un harén de Fez, ciudad marroquí del siglo IX, cinco mil kilómetros al oeste de La Meca y mil Km. al sur de Madrid, una de las peligrosas capitales de los cristianos….Así comienza Fátima Mernissi las memorias de su infancia, transcurrida en uno de los últimos harenes de Marruecos.

            Con el poder de encantamiento de las fábulas y la fuerza narrativa de las historias realmente vividas, Sueños en el umbral es un puente tendido entre dos culturas: la europea y la magrebí. Esta mágica recreación de un mundo extinguido, en el que una niña se ve obligada a navegar entre fronteras para salvaguardar su futura integridad de mujer, adquiere universalidad en su exotismo gracias al hilo de plata con el cual la autora teje los innumerables cuentos y anécdotas del patio al que estaba confinada.

            En un libro con el poder evocativo de Las mil y una noches, Mernissi escribe sobre las estrategias de la seducción y el harén como metáfora de nuestras vidas.

Unas memorias provocativas, habitadas por mujeres individualistas, divertidas, sabias y maravillosas que recompensan a su lector con el placer de la inteligencia y la frescura.


Cuando vas a emprender una aventura, no tienes que considerar el principio sino el final.



La felicidad era estar con los seres amados y aún así sentir que se existía como ser individual, que no se vivía solo para hacerlos felices. La felicidad era el equilibrio entre lo que se daba y lo que se recibía.



Los músculos para ser feliz se desarrollan del mismo modo que los que sirven para caminar o respirar.



Si puedes labrar la tierra y leer libros, nunca fracasarás.



Ser libre era estar en movimiento.



Los sueños pueden cambiar tu vida y, a la larga, el mundo.



Rebelarte sólo cuando estés seguro de       que existe alguna posibilidad de ganar.



Si alguna vez dirigía alguna batalla por la liberación de la mujer, no olvidaría la sensualidad. Para qué organizar una revolución si el nuevo mundo va a ser un desierto emocional.. Las mujeres de las Mil y una noches no escribían sobre la revolución, sino que la vivían sin más y siempre conseguían solucionar sus problemas. No intentaban convencer a la sociedad de que las liberara, sino que se liberaban ellas mismas.

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