En el centenario del nacimiento del gran pensador Albert Camus, no
podemos por menos de señalar algunos de los rasgos de su pensamiento más
significativos y alabarlo en nuestro recuerdo:
Su preocupación central fue el
hombre, para lo cual adoptó una manera radical de estar en el mundo:
crítico frente al poder y defensor a ultranza de que la verdad y la
autenticidad estaban siempre por encima de cualquier opción política; y,
por eso, arremetió tanto contra los campos de exterminio nazi como
contra la tremenda represión soviética, que tantos intelectuales
silenciaron. Siempre estuvo en contra de los totalitarismos y de las
manipulaciones de cualquier tipo y, por ello, nunca abandonó al hombre
frente a la ideología, y nunca se auto engañó ni engañó jamás a los
demás, a pesar del desprecio y del odio que eso conllevaba tanto de los
poderosos como de tantos falsos intelectuales acomodaticios como lo
enjuiciaron negativamente.
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