26 de febrero de 2016

056.- MI PLANTA DE NARANJA LIMA José Manuel de Vasconcelos.



De mayor Zezé quiere ser poeta y llevar corbata de lazo, pero de momento es un niño brasileño de cinco años que se abre a la vida. En su casa es un trasto que va de travesura en travesura y no recibe más que reprimendas y tundas; en el colegio es un ángel con el corazón de oro y una imaginación desbordante que tiene encandilada a su maestra. Pero para un niño como él, inteligente y sensible, crecer en una familia pobre no siempre es fácil; cuando está triste, Zezé se refugia en su amigo Minguinho, un arbolito de naranja lima, con quien comparte todos sus secretos, y en el Portugués, dueño del coche más bonito del barrio. Es la emocionante historia de un niño al que la vida hará adulto precozmente.
·         Me gustaría tanto que, antes de morir, una vez en la vida, naciera el Niño Jesús, en vez del Niño Diablo, para mí. No espero nada. Así no me llevo desilusiones. Ni siquiera el Niño Jesús es tan bueno como todo el mundo dice, como cuenta el cura y dice el catecismo.
·         Ya sabe usted como son los niños. Basta que uno haga algo para que a todos los demás les entren ganas de hacerlo.
·         En adelante solo iría a ver películas de amor, que hubiera muchos besos, muchos abrazos y en las que todo el mundo se quisiese. Ya que solo servía para cobrar, al menos podría ver a los otros quererse.
·         Matar no quiere decir coger el revólver y hacer bum!!!!. Se mata en el corazón. Vas dejando de querer a la persona y un día se ha muerto.
·         En casa aprendemos a que nos guste todo lo que hay y cuando lo hay.
·         La vida sin ternura no es gran cosa precisamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario