3 de febrero de 2016

010.- TORREMOLINOS.-(Enero.16)

Nos fuímos el día 17.Una semana en Torremolinos es una semana de descanso activo.
Me gustó mucho la ciudad esta vez. El tráfico, principal escollo en el centro, ha desaparecido. Torremolinos apuesta por otro modelo. Fantástico. Notará la diferencia.
El Hotel Flamingo es un tres estrellas muy digno. Se encuentra ubicado en pleno centro, a dos minutos de la calle San Miguel, en su vertiente norte.
Salimos el Domingo, día 17 de Enero, en nuestro coche. Había elegido como música para el viaje las canciones que dan vida al musical de Priscilla y Magu se sintió sorprendida gratamente. El tiempo era maravillo, absolutamente impropio para la época, pero ideal si se está de viaje. LLegamos para la hora de comer y después de descansar, nos fuimos a dar un paseo.
El Lunes amaneció espléndido y yo decidí salir a correr y decidí que lo haría todos los días. Sobre las ocho amanecía y el espectáculo era impresionante:
 La Playa del Bajondillo de camino a la Carihuela.
A la vuelta, y después de desayunar, nos fuimos al paseo marítimo. Es un paseo que une el comienzo de Torremolinos con el final de Estepona, que sepamos. A lo mejor sigue hacia Fuengirola, no lo sé.
Bajamos por estas escaleras, que unen el centro con el paseo y que a mí se me iban a hacer familiares todas las mañanas.
Son 110 escalones que ahorran mucho camino pero que suponen un buen esfuerzo...para subirlos, claro.
El día era excepcional.


El paseo por la Carihuela era obligado. El día invitaba a ello. Esta zona está llena de pequeñas tiendas que ofrecen sus productos al visitante durante prácticamente todo el año. Ello hace que sea entretenido el paseo y que además siempre haya gente que le da vida.

Dejamos constancia de la temperatura en fecha 18 de Enero.
Hay un  ascensor que une el centro con casi el Paseo Marítimo. Está a la altura del hotel Meliá Playa, al otro costado de las escaleras a las que nos hemos referido. Hay que pagar 50 céntimos para bajar y lo mismo para subir. Ahorra muchos peldaños. Es otra opción que quiero que conozcas.
La visita al Cristo de Torremolinos, con muchos seguidores entre los ingleses principalmente, es otra obligación rutinaria.
La mañana del Martes amaneció con el mismo buen tiempo. Amaneceres maravillosos que le hacen cobrar vida a las formaciones playeras que los artistas eleboran.


 Y los 110 peldaños que todos los días me había propuesto subir a buen ritmo abriendo ganas para el desayuno.
Esa tarde vinieron a visitarnos Chary y Jorge con los niños. Lo pasamos muy bien. Ellos siempre inventando y haciendo volar su imaginación. Buena seña educativa.


Pincha aqui.- Video de niños.
Luego nos fuimos a cenar.  No parecían tener mucho apetito.

Ya lo que tenían era sueño y se fueron para Málaga.
El Miércoles amaneció lloviendo. No pude salir a correr. Desayunamos y nos fuimos a Fuengirola. Magu no estaba muy bien, le dolía un oído.
Descubrimos un tren que tiene su estación central a un paso del hotel y que hace la travesía desde Fuengirola hasta Málaga-Alameda, es decir, a un paso de la Calle Larios. Descubrimiento genial. Ya no tocaremos el coche hasta que llegue el momento de irnos.
Apenas  media hora en esta localidad. Hacía frío. Nos volvimos al hotel a esperar que mejorasen el día, y los cuerpos. Por la tarde volvimos al tren, el destino, en esta ocasión Arroyo de la Miel. La localidad de Benalmádena se compone de tres zonas, Benalmádena pueblo que está en la sierra, Arroyo de la Miel, en el centro, y Benalmádena costa, junto a la playa, todo muy igual, pero todo muy distinto. A Benalmádena pueblo no fuímos en esta ocasión. Habrá lugar suponemos. Este viaje seguro que lo repetimos más veces con el Inserso.
Arroyo de la Miel nos recibió al anochecer. Precioso y super limpio. 
Nos llamó la atención este enorme centro de Osteopatía. Será el síndrome Marta que ahora nos persigue por la apertura de su clínica. La visita al templo nos descubrió un nuevo Cristo, también desportista, al estilo del de Torremolinos.


Cenamos de forma exquisita en una terraza de una franquicia, menudillo gaditano que nos gustó mucho. Magu ya estaba mejor, y después de cenar, el trenecito, y al hotel.
Hoy, Jueves, un amanecer espectacular. Volví a retomar mis salidas matutinas y pude disfrutar de ésto:


 Después de desayunar nos fuimos a dar un largo paseo. Cogimos el tren hasta Arrollo de la Miel,
 
el lugar que habíamos visitado ayer por la tarde, y desde allí nos bajamos a Benalmádena Playa. 
Por el camino un templo budista,
Alegorías a la figura de Buda,
El paseo marítimo que encontramos es ,sencillamente, precioso. El Castillo de Bil-Bil, convertido en centro cultural.
Y vuelven las obras de arte a las playas .

La vuelta a Torremolinos la hicimos por el paseo. Una larga caminata recibiendo la brisa sagrada del mar.
Después de comer y descansar convenientemente, nos fuimos en el tren a Málaga a cenar con Rubén. Pasamos una tarde deliciosa. Nos invitó a cenar muy cerca de su casa. Muy bien.
Ya es Viernes,¡como se pasa el tiempo cuando se está a gusto, como se eterniza cuando quieres que pase pronto!!!. Después de mi paseo matinal y de desayunar nos fuimos a Málaga. Esta ciudad se está desarrollando en todos los ámbitos. Siempre había sido envidiada por su clima. Ahora apuesta por la cultura. Sus gobernantes están acertando en sus apuestas. 
El tren nos dejó en el centro, a un paso de la calle Larios. Fuimos al Museo Carmen Thyssen. Está ubicado al final de la Calle Larios, muy céntrico por lo tanto. Esto hay que verlo. Exposiciones de la colección de la baronesa y exposiciones itinerantes. Te dejo varias muestras , pero te aconsejo una escapadita a Málaga y visitarlo.












Nos fuimos a comer a una terraza próxima y ohhhhhh, jugada del destino, el camarero tropezó y me volcó toda una cerveza y otros aditivos en los vaqueros....¡¡¡¡Que fatiga para todos!!!.
Por la tarde a cuidar niños.
 

 

La verdad es que se portaron de cine. Se acostaron con Magu al principio, a no dejarla dormir, claro. Luego juegos y más juegos, al final el sedante mejor, la tablet y a ver los dibujos. Caer rendidos era lo lógico.


Cuando regresaron los padres, Jorge nos llevó a Torremolinos. Pasamos un día espléndido.
El Sábado fue otro día intenso.Por la mañana salí a pasear. Quería disfrutar del último día de estancia en esta localidad.


Después de desayunar cogimos el tren y, dirección Málaga, nos bajamos en la parada de Plaza Mayor. Ahí echamos la mañana. Un gran complejo comercial y lúdico al servicio de malagueños y otros visitantes, con un acceso genial.

Volvimos antes de comer para despedirnos de la obra de Elena Laverón en el centro, ya peatonal, de Torremolinos.







Después de descansar convenientemente, nos fuimos a Málaga. Habíamos quedado a cenar con Rubén. Estuvimos muy a gusto. Se quedó muy bien y nosotros nos volvimos en el tren al Hotel.
A la mañana siguiente era la salida. Tuvimos que adelantarla para parar en Málaga. Rubén había tenido que ingresar con un cálculo renal, por eso decía que la noche antes estaba bien. Estuvimos un rato hasta que le dieron el alta después de medicarlo. Ahora a esperar acontecimientos. 
 




 

 

  

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