¿Qué mayoría se necesita para tomar decisiones?
Todos tenemos más o menos clara la idea de que, en las reuniones de vecinos, lo que decide la mayoría es lo que vale; y en términos generales así es, aunque hay mayorías distintas para algunas decisiones. Por ejemplo, todos los propietarios tienen que estar de acuerdo para modificar los estatutos o para hacer obras comunes. Hace falta una mayoría de tres quintos para establecer o quitar servicios como el ascensor o el portero. Y basta un tercio de los propietarios para instalar, por ejemplo, gas natural en la finca. Pero, en la práctica, esas mayorías llegan a aplicarse pocas veces, porque las decisiones se suelen tomar en la segunda convocatoria de la reunión y, entonces, es suficiente que estén de acuerdo la mayoría de los que asisten a la reunión (no de todos los propietarios) para que las decisiones sean válidas.
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