Ya lo hemos dicho. Volver directamente a Granada con el frío que estaba haciendo no nos parecía conveniente, así que nos vinimos a Velilla para soportar mejor este temporal de bajas temperaturas.
Velilla tiene su encanto en invierno. El apartamento lo tenemos ya bastante bien equipado y, no haciendo viento, la temperatura en el paseo es muy agradable.
Las vistas desde el apartamento son espectaculares, los amaneceres, únicos.
Ya que estábamos también teníamos que aprovechar para hacer alguna tarea doméstica. Íbamos a arreglar el primer cuarto de invitados. Montar unas estanterías y pintar y poner el ventilador. Vamos a la tarea.
Empezamos por las estanterías.
Los pocos días que estuvimos fuímos alternando el trabajo con el relax. Al final quedas satisfecho con tu trabajo.
Mientras tanto nos llegaban fotos de las actividades de los nietos en Málaga. Tendremos que ir ya que no vienen.
La hora de la cerveza nos mostraba el apartamento, tan satisfecho por los cuidados prestados.
Y a despedirnos hasta la próxima.
Empezamos por las estanterías.
Los pocos días que estuvimos fuímos alternando el trabajo con el relax. Al final quedas satisfecho con tu trabajo.
Y llega el momento del descanso.
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