13 de septiembre de 2015

888.- CÁJAR. Agosto.15

Cájar es un lugar encantador. Una isla de paz y sosiego solo rota por tus propias actuaciones. Silencio o bullicio según tú decidas.
La madre de Magu pasa allí los veranos acompañada por sus hijos, cada uno de ellos en una época. Nosotros hemos estado desde el ocho de Agosto hasta el uno de Septiembre. Magu al pie del cañón, yo viniendo por las mañanas a Granada, a realizar compras, gestiones domésticas y al gimnasio. Así se pasó el mes.
Hemos coincidido con María del Mar y su hija, la Marchica.
Las actividades son múltiples. No hay prisa por madrugar aunque yo, ya os decía, lo hacía por venirme a Granada. 
Al amanecer el coche aparece sembrado de flores.
La comida y la inevitable siesta. Cuando empieza a refrescar es la hora del riego.
 o bien de la conversación o el entretenimiento.
También aprovechar para tareas imprescindibles pero tranquilas
Quizá el día más movido de esta etapa, fue cuando nos visitaron los niños. Venían a felicitar al abuelo por adelantado y a llenar el recinto lleno de energía.



Se bañaron, tomaron tarta, descubrieron la casita que habían visto el año pasado y que ya estaba deshauciada. Se lo pasaron y nos lo pasamos, en grande.



Koke hacía sus primeros pasos nadando.
Pincha aquí.- Koke nada 
Y todos se divertían en el agua.
Pincha aquí.- A divertirse tocan.
Pero hay que parar a comer, la mesa está preparada:
Y el apetito es grande.

Apenas se durmió. Hacía un día espléndido y apetecía jugar en las pistas. Tanto grandes como pequeños tenían ganas de actividad.





 Mientras, Magu observaba distraida,
Al ver la casita, la recordaron del año pasado. Ahora estaba arrumbada, sucia, esperando casi la basura y ellos decidieron que quizás, si la limpiaran un poco, bajo la atenta mirada de los mayores,
Quizás pensaron...., si la limpiamos bien:







 Y si después nuestro abuelo le da una mano de pintura:

Quizás entonces la casita pueda volver a aprovecharse y ser refugio nuevamente de los sueños de algún niño que pueda allí descubrir quizás a Blanca Nieves o a algún personaje de su fantasía. 
Pincha aquí.- La casita 
Y la hora de las celebraciones. Aitor acababa de cumplir tres años y el abuelo se había convertido en un hombre diez.






Y luego se fueron. Marta se iba a Huéscar y ellos a Deifontes. Y llegó la noche, y siguió la rutina, la cena, la velada al fresco y el decanso.


 Se iba acercando el final de Cájar. Aprovechamos para poner los coches a punto,organizar el taller móvil,ya había que ponerse ropa de abrigo al atardecer.

Por esos días se celebraba la vuelta ciclista y un grupo de corredores paraba en el Hotel Abades, muy cerca de donde estábamos. Fuímos a verlos.
Se iba volviendo de los lugares de vacaciones. Ya estaban de vuelta Ester y María del Mar que vinieron a visitarnos, en los suguientes días, y  a despedirse porque mañana día uno se iba la abuela para el piso y nosotros prepararíamos nuestra marcha a Velilla.





Y se cerró Cájar.

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