Marta y David prosiguen con su incesante tarea de compaginar el trabajo con su ilusionante ocupación de los preparativos de una boda que aunque lejana, está tan próxima en el devenir del tiempo.
Nada hay tan próximo como aquello que por lejano se ignora.
Estuvimos comiendo juntos y compartiendo el saber que da la edad y la ilusión y la novedad que la juventud otorga.
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